UN PANORAMA BUENO PARA MUY POCOS

Vivimos en una sociedad donde las desigualdades sociales se hacen cada vez más notorias, debido quizás a que desde hace años se impone de forma clara el poder del dinero, que fomenta y apoya unas formas de gobernar nada respetuosas tanto para la clase trabajadora, como con la pequeña y mediana empresa. Un poder al que la crisis le va pero que muy bien para aumentar las fortunas, con ganancias incomprensibles, sobre todo para la inmensa mayoría de españoles que nos viene justo llegar a fin de mes. Por poner un ejemplo a lo dicho, desde que estamos en crisis solo la fortuna de Amancio Ortega ha aumentado en

45.000 millones de euros.

Para Amancio es un buen resultado en su gestión de empresas, y para el señor Rajoy y Montoro también, ya que les sirven para justificar que la economía española va muy bien, amparándose en estos extraordinarios resultados, y sin pararse a pensar que los beneficios citados equivalen a más del 70%, del total nacional, está claro y no se puede calificar de mentira el crecimiento de la economía, pero al mirar el 30% restante que no es que corresponda al resto de españoles, no, corresponde a las 19 fortunas que le siguen en el ranking a D. Amancio, el resto más mal que bien a seguir aguantando.

 

Los buenos resultados económicos han hecho que Amancio Ortega se erija como el hombre de la mayor fortuna del mundo, con 171.000 millones de euros. La cara negativa de esta y otras fortunas, es la miseria que generan para llegar a conseguirlas. Siendo ayudados y apoyados para hacerlo por los gobiernos que dicen estar creando empleo, aunque lo que hacen es consentir el abuso a la baja en las retribuciones salariales por parte de la gran empresa. Abuso que llega también a la pequeña y mediana en forma de subcontratas de obras y servicios, donde los beneficios difícilmente pueden obtenerse, sin que pierda calidad el servicio o  la obra subcontratada, además de tener que rebajar aún más los sueldos de sus trabajadores. Siendo estos últimos los principales paganos de los ajustes.

Este sistema capitalista hoy instaurado en muchos países, se ha sentido fortalecido con la llegada del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, que ante todo pronóstico se ha instalado en la Casa Blanca, sus primeras decisiones de gobierno han resultado ser más polémicas de lo esperado, y aclaran muy bien las formas de actuar del capital, por poner un ejemplo Trump ha vetado la entrada a EEUU, a todos los países de mayoría musulmana, exceptuando Egipto, Arabia Saudí, Turquía, y Azerbaiyán, que también ostentan dicha mayoría, pero tienen a su favor pingües negocios petrolíferos con el citado Presidente, y por si fuera poco esto, son los países que más atentados terroristas han llevado a cabo en EEUU, por hacer una referencia el egipcio Mohammed Atta fue el cabecilla en los atentados del 11S. del 2001.

Que Dios nos coja confesados.

Cosme Castán Campo