La plaza mayor de campo

Campo es un pueblo fundado en el siglo XV, aunque la información que tenemos de la iglesia, castillos defensivos, casa de la villa o el primer asentamiento en el valle, están datados desde el siglo VII, mas adelante hablaremos de ellos.

 

      Cuando se fundaba un pueblo lo primero que se construía era la plaza mayor, donde se instalaban las familias fundadoras, la de Campo no es muy grande, setenta varas de larga por dieciséis de ancha, pero si estaba pensada para cumplir con las necesidades de aquél tiempo y una de las condiciones principales que debía reunir, dada su situación al fondo de un valle, era la defensa, sin ella peligraba la ganadería y la agricultura es decir, las bases en que se fundamentaba la supervivencia en aquellos años, y como veremos en capítulos posteriores, la torre de Peralta, Castell de Sin, Castillo de San Cristobal así como los Castellazos, estaban edificados para este fin.

 

      Los primeros en instalarse en la plaza, son la familia Aventín (que según datos de diferentes archivos, estaba vinculada a los Bardaxi de Biescas, ya que el primer Aventín instalado en Campo es de Biescas), familia Aguilá, familia Armisen, los Altemir, ( estos últimos hay constancia y documentación de cuando eran habitantes en lo que conocemos como Peralta Altemir, y consta como una de las familias que ayudan a reconstruir la iglesia de Santa Maria del Camino, destruida por Al Tawil en el año 908, y consagrada una vez reconstruida por el obispo de Roda Odisendo, un 13- 11- 959,  denominada en dicha consagración como Santa Maria del Ball Axén ) los Viu, los Zazurca, los Serveto, los Lecina y los Ricarte, además de la familia Rubiella, que ya estaba instalada de muy antiguo donde hoy sigue estando, junto a la que hemos conocido como casa de la Villa,( regentándola, y es muy probable que su nombre derive de ello, por lo de regente de la villa) vinculada y perteneciente al Abadiado de San Victorian,  que servía como almacén de grano de dicho Abadiado.

 

      Es donde los monjes almacenaban el trigo que provenía de los impuestos cobrados en forma de diezmos, primicias, obladas, quístias, u otros, y también desde donde el abadiado ejercía los prestamos trienales, a las casas que por diversas circunstancias necesitaban trigo, este último tipo de préstamos como principal, entre otros, es lo que llevaron a ser dependientes del Abadiado a más de 56 pueblos, en la provincia de Huesca.

 

     Sobre el año 1460, se empiezan las primeras obras para asentarse de manera definitiva las citadas familias, sabiendo que tenían mucha obra avanzada en cuestión de defensa, con el castell de Sín, castillo San Cristóbal, y los Castellazos, este último formaba parte de la denominada, “Marca  Hispánica”, historiadores como Fernando Galtier lo sitúan en Nocellas, concretamente en las casas denominadas como Castellaz, de abajo y Castellaz de arriba.

 

    Esta supuesta ubicación de Galtier, me ha llevado a investigar, preguntando a gentes allí nacidas, y también buscando los vestigios por sus inmediaciones, de ninguna de las dos maneras he podido encontrar ningún indicio que confirmara lo divulgado por Galtier.

 

     Llegando a la conclusión, por su estratégica posición, de que el citado castillo estaba en lo que conocemos como los castellazos en Campo, donde aún hoy se pueden ver restos de su torre circular, y cerca de ella la entrada a una galería (hoy llena de piedras, por el peligro que dicha entrada suponía para los animales, cabras y ovejas especialmente), que según los abuelos de la redolada (lo comentaban los de hace 50 años) tenía una salida en caso de evasión, cerca del Esera.

 

      Por esto considero que los Castellazos citados por Galtier, en su libro” Ribagorza Condado Independiente”, son los comentados de Campo, aunque Fernando Galtier Martí los sitúe en Nocellas (probablemente por desconocimiento de la historia de nuestro pueblo antes de su fundación).

 

    Campo es un pueblo que de no conocer su historia, puedes llegar a conclusiones erróneas, como la mencionada de Galtier  y otras que iremos comentando.

 

    Sabedores de su fundación en el siglo XV, como es que conservamos tradiciones tan ancestrales como la fogata de navidad, la tronca, los dances de agradecimiento de cosecha y rogativa para la venidera, por medio de la Chinchana, (danza esta que ha llegado a un grado de distorsión tal, que hoy es simplemente el baile de fin de fiesta, que se baila sin ninguna clase de orden, ni respeto hacia su significado de origen) y un montón de cosas que estoy convencido son muy anteriores a su fundación, ya desaparecidas como las enramadas, las pastoradas, los rituales que se hacían en la fundación de una casa, los lararios domésticos, origen del carnaval y otros.

 

    Yo pienso que si tenéis la paciencia de seguir leyendo lo recopilado, en muchos artículos que he ido elaborando gracias a mis amigos, algo de luz aportaremos a lo citado, ahora continuamos con la Plaza.

 

    El apartado de defensa como se ha dicho, estaba bastante desarrollado en lo referente a la vigilancia exterior, y las posibles incursiones al valle. Al construir la plaza dejan unos pasos de entrada en la parte del este y del oeste, estrechos, pensando claramente en la defensa, ya que al ser pequeños son más fáciles de cerrar y por tanto de defender, y en la parte sur de la plaza, conservan el camino antiguo de Graus a Benasque, que la corta en el fondo de norte a sur, con entradas también estrechas a la plaza, conservando el crucero que estaba centrado en ella, en este último camino citado.

 

   Las fachadas de cuatro de las casas fundadoras, están orientadas al sur, (Lecina, Altemir, Viu y Aventín) al frente de ellas construyen las casas de menos calidad arquitectónica, para la servidumbre, con unos pequeños soportales con arco de medio punto, donde se resguardaban y pernoctaban los animales, para protegerlos del pillaje, tan usual en aquellos años, tres casas más en la parte oeste, (Aguilá, Zazurca y Armisén) una en la parte este (Ricarte) y la casa Rubiella, que ya estaba de muy antiguo, junto a la iglesia y al almacén de grano o casa de la villa.

 

     Esta defensa de los animales, debería ser el motivo por el que las puertas de las casas que tenían salida a la plaza por los porches, estuvieran protegidas con portones de madera (algunos de los  cuales hoy aún se pueden apreciar).

 

    Una vez construido todo el recinto de la plaza, e instalados en las casas igual las familias fundadoras que la servidumbre, empiezan a trabajar en hacer las tierras de labor más cercanas a la plaza, para poder alimentar los animales domésticos y de trabajo, que con la caza y el trigo, formaban la base para la supervivencia en aquellos años.

 

    Es de suponer que el crucero, que estaba frente a la que hoy conocemos como casa la Rafela, (antiguamente Casa Zazurca) estuviera puesto antes de fundar la plaza, ya que de no ser así, lo hubieran centrado en ella, ó habrían dejado un paso más amplio del crucero a la citada casa, ésta estrechez se puede observar en la foto de 1898, que aquí mostramos (la foto está expuesta en la Cova d’Axén)

 

    En 1903 el citado crucero aparece en el centro de la plaza, es el mismo de la foto de 1898, con la diferencia que cuando lo trasladan al centro de la plaza le ponen una fuente de agua en el pié, que junto a la fuente de Kaigüila, esquina de casa chandemu, casa catalina y casa concha choaniqué   serán las fuentes públicas donde los vecinos irán a por agua, siendo también punto de encuentro para hacer alguna charrada.

 

    Esta cruz con fuente de agua en su base, permanecerá en el centro de la plaza, hasta 1949, año que la suben a la otra plaza de Cabovila, o Kaígüila ubicándola frente a la iglesia, sobre un pedestal de piedra compuesto de grandes sillares de granito muy bien trabajados por los canteros de Campo, Antonio Ariño y Sebastian Bellera, los dos extraordinarios artesanos, especialmente en los trabajos de piedra.

 

     Hay un dato curioso en las casas de la plaza orientadas al sur, que no he podido averiguar con certeza, pero sí que su situación y detalles de historia llevan a la siguiente conclusión. Estoy refiriéndome a la casa hoy propiedad de Sebastián Longán y antes de Julio Benedet, que más antiguamente es donde estaba la Botica regentada por un campense ilustre llamado Tadeo Ribed Bardaxí (el apellido Bardaxí aparece con frecuencia en los primeros años de la fundación de Campo, esto hace suponer tuvieran mucho que ver con el primer asentamiento, junto al dato que en aquellos años los Bardaxí, eran los principales accionistas y fiadores del monasterio de San Victorián, y en un documento del año 1290, ( los acredita como propietarios del Ball Axén, que  tomará su nombre a partir del siete de junio del citado año).

 

     En esta casa y delante de la fachada, hasta hace pocos años se montaba el escenario de las orquestas para amenizar las fiestas, también era el sitio donde se hacían las subastas de San Antonio y San Sebastian, además de tener un balcón en la primera planta que abarca prácticamente toda la fachada, todo esto junto a que en dicha casa no consta, hayan tenido nunca, tierras en propiedad, hace pensar que el citado edificio estuviera dedicado a casa consistorial o ayuntamiento en su origen.

 

     Otro detalle que lleva a la misma deducción, son los porticones que en la fotografía de 1903, se ven abiertos en su fachada, que como ya he comentado se ponían antiguamente para proteger los umbrales de las puertas de la suciedad de los animales, que por las noches se cerraban en la plaza, estos así como los de los porches son testigos de la utilidad citada en su fundación.

 

    La casa Aventín, ya desde su fundación, era la única que estaba provista de sistemas defensivos, y donde, cuando estaban de paso y tenían que pernoctar en Campo, personas pertenecientes a la realeza o alta aristocracia, lo hacían en la citada casa, que en su origen no tenía los balcones que hoy podemos ver en ella, por los motivos referidos de seguridad (este detalle de los balcones, así como posibles aspilleras para la defensa, quedarían de manifiesto si se limpiara el rebozo de la fachada)

 

    La plaza mayor, en su origen es donde se instalan los fundadores del pueblo, como ya se ha dicho, y en su evolución, es donde primero se instalan los servicios de panadería, botica, comercio, e incluso oficios, la primera panadería en Campo estaba ubicada donde, hasta hace poco tiempo estaba la farmacia, la botica estuvo en la hoy casa de Sebastián Longán, había comercio en casa Toñoroy, y los oficios de cuchareros, tejedores y sastres en casa Sesé, Casero y Mascaray, años más tarde en la plaza se instalarán peluquerías, bares, fonda, comercios, zapaterías y otros, haciendo de ella  el centro con más vitalidad de Campo, hoy es la más afectada en sentido contrario, no solo en el comercio y los oficios, también ha pasado a ser la zona menos habitada del pueblo. 

 

     La plaza de Campo, la hemos conocido de siempre como “plaza mayor”, y es de extrañar que ni los más viejos del lugar sepan que en el año 1926, se puso una placa con el nombre de “Plaza de Fernando Riba”, entonces gobernador de Huesca, de cuyo acto acompañamos foto, en ella se ve al citado gobernador agradeciendo al entonces alcalde de Campo Jesús Falcó (médico de profesión), el honor de descubrir la placa de la plaza, que llevaría su nombre.

 

    Dicha placa no estuvo más de seis años en la plaza, ya que al instaurarse la segunda república, la quitaron poniendo otra que la denominaba como “Plaza de la República”. Esta estuvo aún menos tiempo ya que terminada la guerra civil, o quizás antes, también se quitaría.

 

      Debe de haber algún documento o fotografía que confirme este segundo nombre, si alguien lo aportara, sería de agradecer, en bien de la historia de nuestro pueblo, y para ilustrar y dar rigor a los comentarios (de la primera también hay en la Cova d’Axén una fotografía de su inauguración, cedida por Joaquín de la Rafela).

 

      El que hubiera sido tercer nombre de la plaza, es extraño como no se puso “Plaza del Generalísimo”, ya que hubiera estado por lo menos cuarenta años expuesta.

 

       Como se puede ver en la foto, la placa estuvo colocada entre casa Chandoz y casa Perico, sabemos que el homenajeado es Fernando Riba, el alcalde Jesús Falcó y el cura Antonio Abad, el resto del concejo que ocupa la tribuna, sabemos los nombres pero no a quien corresponden, a excepción de Ramón Auset que viendo su figura, se parece mucho a su nieto del mismo nombre, el secretario Lorenzo Vozmediano, el maestro    D. Pio, y el juez de paz y concejal José Blanch.