CAMPO: VILLA A LAS ORILLAS DEL ÉSERA

Articulo publicado por D. Santiago Broto Aparicio en el Diario del Alto Aragón 27-1-2002

 

Su situación geográfica coincide con el nombre de la Villa: Campo es sitio espacioso, tierra laborable, amplia llanada asentada en el fondo del Valle del Ésera, a la margen izquierda de esta corriente fluvial, junto a su unión con el Rialbo –Río-Albo-, en un territorio que además de la Villa y su aldea de Beleder, integra los Valles de Bardají y (Lierp)/este Lierp debe de hacer referencia a Llert ya que el primero no está integrado en el de Bardají/, cerrado por los cuatro puntos cardinales por las altas cimas de Cotiella y Turbón, y a menor altura por las cumbres de Cervín, Peña Madrid, Ferrera y Santa Cruz.

Población antigua, cuya cita inicial se remonta al 13 de noviembre del año 959, en que el Obispo Odesindo consagró la Iglesia de Santa María in valle Axenis, super rivum Ésera – según menciona Abadal en su obra Cataluña Carolingia-, aunque algunos historiadores afirman que su origen corresponde a la época de Sancho Ramirez, refiriendo que éste monarca acompañó personalmente a los habitantes de Beleder que, huidos de los moros, contemplaban extasiados la panorámica del Valle, desde los altos de Bardají, decidiendo fijar en aquél su morada.

Tuvo Campo, en sus principios, templo románico parroquial – del que aún se conservan algunos fragmentos y un interesante crismón-, que a mediados del siglo XVI fue sustituido por el actual de planta de cruz latina, con una bella portada de arco de medio punto, columnas y decoración de angelotes y figuras vegetales, con tres escudos heráldicos que parecen corresponder a Juan de Pomar, Abad de San Victorián hasta su muerte en 1563./según este comentario y coincidiendo con el abad que rehabilita el Monasterio después de un pavoroso incendio, lo que hay dentro del escudo heráldico son manzanas, haciendo referencia al citado Abad Pomar/.

   En 1495 Campo, bajo el señorío del Arzobispo de Zaragoza, contaba con 20 fuegos, Beleder con 4 y el caserío de Peralta con 1, siendo Bayle Arnal de Santa Vent y Jurados Bernat Sahún y Pere de Santa María.(Peralta llegó a tener tres fuegos, antes de la fundación de Campo)

   Desde los siglos siguientes la Villa de Campo pasó al dominio señorial del Monasterio de San Victorián, en Sobrarbe, cuyo Abad ejercía allí su plena jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio, nombrando Alcaldes y Jueces Ordinarios, Ayuntamientos y Vicarios y percibiendo, por sí o mediante sus administradores o colectores, los impuestos y demás derechos dominicales que les correspondían. /estos impuestos eran los diezmos, primicias, obladas, quístias, y varios otros, que se pagaban por misas, rosarios, responsos, bendiciones, nacimientos, casamientos, defunciones etc., además en Campo el Abadiado tenía un almacén de grano y un molino, que le aportaban suculentos beneficios, ya que cuando alguien solicitaba trigo al Abadiado, por haber tenido mala cosecha, o bien por que le faltaba harina para el año, éste se los prestaba a tres años. Si venía justo el trigo para el año, al tener que pagar intereses la mayoría de solicitantes, quedaban atrapados sin remedio de por vida, ya que difícilmente había tres años seguidos buenas cosechas/.

   En tiempos de Madoz – según el refería en 1845-, tenía 98 casas distribuidas en siete calles, una callejuela y una plaza de 70 varas de longitud por 16 de latitud, con inclusión de unos pequeños soportales en uno de sus costados; y además un edificio que demuestra haber sido casa fuerte en tiempos muy antiguos y que después sirvió para graneros en épocas diezmeras; otro que fue Casa municipal muy decente, pero que destruida en la guerra contra la Francia, ha sido rehabilitada muy mezquinamente para este objeto; escuela de primeras letras y una iglesia parroquial (Santa María de Campo), tres Ermitas o Santuarios dedicados a San Sebastián, San Antonio Abad y San Belascuto, dos molinos harineros, dos batanes y una sierra de agua para cortar madera.

   Facilitan el paso del Ésera una palanca de madera y un puente de piedra y cal de un solo arco, siendo el Rialbo el que presta algún beneficio, cuya ventaja aunque a mucho coste, pudo conseguirse en 1831, tomando una acequia a ¾ de hora de la población, conduciendo por ella sus aguas hasta las mismas calles; su obra fue muy costosa, ya que la acequia atraviesa algunas barranqueras en las que hubo de construirse acueductos; entre otros barrancos, destaca el llamado de San Miguel afluente también del Ésera…

   Entre sus tradiciones hay que señalar el juego de bolos que exclusivamente practican las mujeres – con nueve birlas y una bola de madera de haya-; las romerías anuales a San Belascuto y el baile de la Chinchana en las fiestas mayores.

   En cuanto a los hidalgos, hay noticias de que en tiempos pasados residieron en la Villa miembros de las familias nobles de Aguilar, Campo, Lascorz, Lecina, Serveto, Viu y Zazurca. Requerido por el Caballero Corregidor del Partido de Benabarre, el Ayuntamiento de Campo, según testimonio de su Fiel de Fechos Sebastián Bardaxí, certificaba en 21-IX-1787, que en el plazo establecido solamente se habían presentado los Hijosdalgo o Infanzones siguientes: Francisco Bailarín y Pedro-Benito Aventín, quienes habían exhibido sus Firmas ganadas en la Real Audiencia de Aragón en 29-II-1748 y 28-VI-1762, respectivamente. Los datos de todos ellos son los siguientes.

   AGUILAR.- Es uno de los más antiguos apellidos alto aragoneses, asentado en varias localidades desde el siglo XIII. A principios del siglo XV existía un casal de este linaje en Coscojuela de Fantova, del que procedieron las ramas establecidas en Colungo, Robles, Lecina, Buera, Naval y Campo, y a esta última pertenecía Ramón de Aguilar, titular de un fuego en 1495, y Jaime de Aguilar, Notario Real, que, en calidad de Infanzón, asistió a las Cortes aragonesas celebradas en 1626 en Barbastro y Calatayud.

   AVENTIN.- El apellido deriva del latín Aventinus –así se llamaba una de las siete colinas de la antigua Roma y el Obispo de Chartres Aventín fue un santo que murió en el año 508, cuyo culto se extendió en la Edad Media en algunas comarcas de Ribagorza, con influencia gala-. Existieron casas solares de este apellido en Toledo de la Nata, Güel y Campo, y el dueño de esta última llamado Pedro-Benito Aventín y de Boyl y sus hijos, ganaron Ejecutoria de Infanzonía ante la Corte del Justicia de Aragón, por sentencia dictada en 28 de junio de 1762, que le sirvió al primero para su reconocimiento como hidalgo, por el Concejo, en 1787. Le sucedieron Pedro y Josef Aventín y Ríus, que vivieron en la segunda mitad del siglo XIX.

   BALLARIN.- Linaje muy extendido en Sobrarbe y la Alta Ribagorza, originarios de Asín de Broto, en donde tuvieron su casal primitivo, en el que Pedro Ballarín Lacadena obtuvo Firma de Infanzonía en 1669. Sus descendientes se establecieron en Plan, Seira y Espluga (éstos probaron su nobleza en 1748) y otros en Benasque (reconocidos en 1727 por la Real Audiencia de Aragón), Barbaruens (tuvieron Salva en 1727), Castanesa (Ejecutoria en 1800) y Campo, en cuya Villa Francisco Ballarín fue titular de la Firma ganada ante la Corte del Justicia aragonés en 22 de marzo de 1748, siendo con esta prueba reconocido como Infanzón por el Concejo en 1787, sin que dispongamos de otros datos sobre su genealogía.

   LECINA.- Desde remoto tiempo ya estaban asentados en Palo, cuyos miembros ganaron Salva de Infanzonía en 1613. Tuvieron también casal importante en Alquézar y Castejón de Sobrarbe, desde donde se extendieron a numerosas localidades de la provincia de Huesca. Según el historiador Lezaun, en el tomo I de su obra Apuntaciones históricas, en el año 1590, entre Johan de Lascorz, Señor de Lascorz y de Sen, sus amigos y valedores, de una parte, y los Jurados, Concejos y Universidades de Campo, Navarri, Foradada y Pallaruelo, de otra, había grandísima discordia y luchas para hacerse daño unos a otros a mano armada, de modo que los segundos, con más de 300 hombres al mando de Artal de Nerin tenían cercado el castillo, iglesia y lugar de Lascorz, donde estaban refugiados ciertos lacayos, gentes de armas y criados de dicho Lascorz, con ánimo de matarlos. Sobre estos hechos fue llamado Francisco Lecina, Infanzón residente en Campo, quién confirmó las anteriores informaciones.

   SERVETO.- Miguel Serveto, de Campo, fue otro de los testigos llamados por los Diputados del Reino para informar sobre los sucesos anteriormente narrados, afirmando que habían sucedido tal como los había referido Francisco Lecina y que era conveniente y urgente imponer treguas forales a las partes, para acabar con los disturbios y enfrentamientos que ya habían producido muchas muertes. Ésta es la única noticia que tenemos de esta familia que suponemos descendía de la casa solar del apellido en el pueblo de Serveto, en el Valle de Gistau.

   VIU.- Asentada en Palo esta ilustre familia, desde tiempo inmemorial, de ella salieron ilustres miembros, así como se derivaron ramas que tuvieron casal en las Villas de Torla y Tamarite de Litera, entre otras poblaciones alto, aragonesas. En lo que se refiere a la Villa de Campo, hay que destacar la existencia del hidalgo Johan de Viu, que fue otro de los personajes llamados a deponer sobre los sucesos del cerco del lugar de Lascorz, antes referido, y que confirmó las declaraciones hechas a este respecto por el Infanzón Francisco Lecina.

   ZAZURCA.- En los años de 1570 residía en la Villa de Campo Pedro Zazurca, que desempeñó las funciones de Bayle en distintas ocasiones estando casado con Isabel Ferraz, de la que nació en 4-VI-1606 Pedro Zazurca y Ferraz, quién ejerció el oficio de Jurado Mayor de la Villa. De su matrimonio con Isabel de Mur, del lugar de Beranuy, tuvo a Pedro Zazurca de Mur, nacido el 26-III-1634, quién ingresó en 8-XI-1670 en el Colegio Mayor e Imperial de Santiago, de Huesca, graduándose en la Universidad Sertoriana oscense como Bachiller en Teología y Leyes.

HERÁLDICA MUNICIPAL.- No hay constancia de que la Villa tenga hasta el momento autorizado el uso de Armas propias. En consideración a sus características históricas y monumentales, nuestra opinión es que, en caso de adoptarlas, podrían simbolizarle de manera efectiva, éstas: Escudo cortado: primer cuartel, de oro tres manzanas o pomas de gules, hojadas de sinople –único elemento heráldico comunitario existente en la Villa que figura en la portada de su iglesia, justificado, probablemente, por el apoyo económico que el Abad Pomar, de San Victorián, prestó para su construcción-; segundo, de gules, un acueducto de oro, de tres arcos (recuerda el construído por la Villa en 1831 para la acequia del Rialbo). Al timbre, corona real cerrada de España.

DOCUMENTACIÓN: Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Padrones de Infanzones.

 

Agradecer a D. Santiago este trabajo de archivo, y mis disculpas por no haber hecho las cosas como él propuso, (de lo que me siento principal responsable) única manera de tener escudo heráldico registrado en Campo. El Ayuntamiento (pienso que equivocadamente) ha dado por bueno el que figura en la portada de la Iglesia, que únicamente refleja la dependencia o pertenencia de ésta con el Monasterio de San Victorián, por lo comentado en el artículo de D. Santiago.